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Introducción  

El delta del Ebro es la zona húmeda más extensa del territorio catalán. Con sus 320 km2 de superficie,  constituye el hábitat acuático más importante del Mediterráneo occidental después de la Camarga (Parque Regional Francés), y el segundo de España después del Parque Naciona de Doñana. 

Foto Parque natural Delta de l'Ebre
La armonía entre sus valores naturales y la explotación por parte del hombre no ha sido nunca fácil. Por otro lado, su considerable papel biológico contrasta con la profunda humanización de una gran parte de su superficie y con su no menos considerable peso agrícola.  

Con el fin de hacer posible esta armonía, y a instancia de los habitantes del municipio de Deltebre, la Generalitat de Catalunya creó, por un decreto de 1983, ratificado y ampliado por el Decreto 332/1986, de 23 de octubre de 1986, el Parc Natural del Delta de l'Ebre, donde se hace constar que el delta del Ebro es la primera zona húmeda de Catalunya y que su importancia a escala internacional está reconocida por los máximos organismos especializados. Efectivamente, ya en 1962 se incluyó en la clasificación de zónas húmedas euroafricanas de interés internacional, elaborada por el Bureau Mar con la categoría A (prioridad urgente).  

El Parc Natural del Delta de l'Ebre tiene una superficie total de 7.802 ha, de las cuales 5.382 corresponden a la comarca del Montsià (hemidelta derecho) i 2.420 a la del Baix Ebre (hemidelta izquierdo). Comprende las lagunas de les Olles, el Canal  Vell, el Garxal, l'Alfacada, la Platjola, la Tancada y l'Encanyissada, las islas de Buda, Sant Antoni y Sapinya, las penínsulas de la Punta de la Banya (els Alfacs) i del Fangar, els Ullals de Baltasar y els Erms de Casablanca.  

El Delta es de importancia internacional para 8 especies de plantas y 69 de fauna vertebrada, en su mayoría aves. La importancia del Delta para las aves radica tanto en su papel como área de cría, con 95 especies nidificantes, como también de invernada, así como tambíen por dar cobijo y alimento a numerosas aves durante su migración. En cuanto a la diversidad, basta con mencionar que aquí se han citado 330 de las 600 especies de aves existentes en Europa. 

Foto Parque natural Delta de l'Ebre
El paisaje del Delta presenta una importante personalidad que lo hace único en Catalunya. El terreno, completamente llano, le confiere un aspecto particular. En el interior, además de los sectores de cultivos de huerta y de frutales, los amplios y extensos arrozales cambiantes segun las estaciones (terrosos en invierno, inundados en primavera, verdes en verano) tienen una especial belleza. El sector litoral presenta uno de los paisajes lacustres más atractivos del Mediterráneo, grandes estanques rodeados por carrizos y juncales. En la parte periférica, grandes extensiones de suelos salinos con vegetación halófila y aun las largas y desiertas playas arenosas, con dunas recubiertas de vegetación psammófila bien adaptada a   este ambiente.   

El paisaje del Delta presenta una importante personalidad que lo hace único en Catalunya. El terreno, completamente llano, le confiere un aspecto particular. En el nterior, además de los sectores de cultivos de huerta y de frutales, los amplios y extensos arrozales cambiantes segun las estaciones (terrosos en invierno, inundados en primavera, verdes en verano) tienen una especial belleza. El sector litoral presenta uno de los paisajes lacustres más atractivos del Mediterráneo, grandes estanques rodeados por carrizos y juncales. En la parte periférica, grandes extensiones de suelos salinos con vegetación halófila y aun las largas y desiertas playas arenosas, con dunas recubiertas de vegetación psammófila bien adaptada a  este ambiente.   

La modalidad de parque natural parece ser la más apropiada, al compatibilizar una decidida acción preservadora del medio con el mantenimiento y la mejora del aprovechamiento ordenado de las producciones del espacio protegido, y con el fomento de los contactos entre el hombre y la naturaleza mediante la potenciación del conocimiento de los valores y atractivos de la zona, dentro de un planteamiento que numerosas experiencias internacionales han demostrado viable.   
 

El medio físico: formación, suelos y clima   

Pese a que el orígen del delta debe situarse en la época remota en que el Ebro se abrió paso hacia el Mediterráneo desde el área lacustre correspondiente a la actual  Depresión Ibérica, el verdadero desarrollo del delta actual no se inició hasta el final de la última glaciación y el consiguiente ascenso eustático del nivel del mar. Este ascenso pasó por etapas de relativa estabilización, en cada una de las cuales se formó una placa deltaica más o menos extensa, postriormente sumergida por la transgresión marina, la cual servía después de base para el asentamiento de la siguiente.  

En el siglo XII los datos de un geógrafo árabe nos permiten saber que los terrenos deltaicos ya penetraban algunos quilómetros mar adentro. En el siglo XV el río presentaba diversas desembocaduras, con las bocas Nord, de Llevant y de Migjorn. Esta última se situaba en el port Fangós, la actual Platjola, y fue la que  
originó , hasta el siglo XVI, la punta de la Banya. El Fangar, que constituye el lóbulo deltaico septentrional, presenta una formación más moderna, entre los siglos XVII y XIX.  

En 1937, durante unas fuertes riadas, el Ebro se abrió un nuevo paso hacia el norte y empezó a abandonar la desembocadura original. A partir de 1946 se ha ido erosionando el extremo oriental y rellenando la zona occidental contigua a la actual desembocadura. Actualmente, el Delta continúa en un equilibrió dinámico mediado por las fuerzas constructivas y por la fuerza erosionadora y distributiva del  
Mediterráneo.  

Los suelos del Delta no son uniformes. Existe una zona de suelos arenosos que se extienden por la costa y por los márgenes del río. Pero el suelo más característico es el limoso, formado por materiales suspendidos en el agua del río (estos limos, hasta 1940, representaban más de 20 millones de toneladas anuales, pero la creación de embalses que conllevan el estancamiento del agua en diversos tramos del río, ha reducido este aporte de limos a menos de tres millones de toneladas anuales). Por otro lado, la rápida formación del Delta originó extensas lagunas con un caudal de salida isuficiente y su recubrimiento se debió no a los limos sinó al aumento de restos orgánicos que conllevó la desaparición de antiguas lagunas y humedales, dando lugar a la aparición de extensas zonas de terrenos turbosos.  

Desde el punto de vista climático, al ser el Delta una lengua de tierra rodeada por el mar, la oscilación térmica es baja y la humedad elevada. Los fuertes vientos que originan las depresiones atlánticas a través del valle del Ebro se dejan notar especialmente de noviembre a abril; soplan desde el NO, racheadas, templadas y poco húmedas, y reciben el nombre local de vent de dalt ('viento de arriba'). El resto del año són características las llamadas marinades, vientos originados por el mayor calentamiento de la tierra con respecto al mar. Y el viento humedo y responsable de buena parte de las lluvias del Delta es el levante.   

Las precipitaciones son muy variables según los años. La media de los años 1880-1979 es de 536 mm, repartidos de forma muy irregular; generalmente hay dos épocas, septiembre-noviembre y abril-junio, con lluvias fuertes, siendo el resto del año marcadamente seco. En cuanto a las temperaturas, la media registrada en l'Aldea es de 18o C, con un mínimo en enero de 10,2o C y un máximo en agosto de 26,8o C. Las heladas son poco frecuentes.  
  

El medio humano: colonización, poblamiento y actividades económicas   

Foto Parque natural Delta de l'Ebre
 
Debido a su reciente formación, el Delta no ha tenido una población humana estable hasta tiempos recientes. Dejando de lado la época romana o la de dominio árabe (de la que sobreviven referencias en la toponimia, como es el caso de la Ràpita o de Buda), en la edad media encontramos la comanda de Amposta, del orden militar de els hospitalers, como centro de influencia de la evolución histórica del Delta.   

En aquellos tiempos, a parte de la caza y la pesca, la extracción de sal (exportada a diferentes puntos del Mediterráneo), la de las sosas (con una incipiente industria jabonera) o la del regaliz y el comercio de las sanguijuelas constiuyeron, junto con un intenso pastoreo, las bases económicas del Delta, a la vez que la agricultura estaba restringida a las tierras de secano colindantes. En los inicios de la edad moderna los ataques de los piratas incidieron muy negativamente en el poblamiento del sector (el convento de la Ràpita se abandonó en 1579).   

En 1607 los monjes de Benifassà, cistercenses, que tenían propiedades en la Carrova, realizaron las primeras siembras de arroz, iniciativa que en aquel entonces no tuvo continuidad. En 1719 se obtuvieron los primeros permisos para realizar roturas en los terrenos ribereños; en 1851 se concedió el derecho a canalizar el Ebro para intentar su navegabilidad hasta Zaragoza. I al construir un canal de alimentación del Canal Marítimo o de Navegación, éste se convirtió en el canal de riego de la derecha del Ebro (1860), que transformó los terrenos hiermos del hemidelta derecho en las fértiles tierras que hoy conocemos. El hemidelta izquierdo tenía ya antiguos núcleos de población en la Aldea, Camarles y el actual Deltebre (Jesús i Maria y la Cava), pero también la revolución económica comportó la construcción del del canal de la izquierda del Ebro (1912).  

Los canales comportaron una rápida expansión del cultivo de arroz, pero la colonización del Delta no fue fácil. El paludismo endémico (3.000 muertos hasta 1918) fue uno de los problemas más evidentes. Pese a todo, fueron surgiendo nuevos núcleos de población en derredor de antiguos caseríos (Balada, l'Enveja, els Muntells) y , en el caso del Poblenou del Delta, éste fue creado de nuevo en 1947 con el nombre de Villafranco del Delta). La población pasó de 5.278 habitantes en 1857 a más de 40.000 en la actualidad. Las poblaciones radicadas en el delta son Amposta, el Poblenou, Deltebre, Sant Jaume d'Enveja y els Muntells, Sant Carles dela Ràpita, l'Aldea, Camarles i l'Ampolla.    

La agricultura constituye una de las grandes bases económicas, con claro predominio del arroz (casi 21.000 ha i el 98% de la producción total de este cereal en Cataluña) y seguido de los productos de huerta y los frutales. Són muy importantes las cooperativas agrícolas, especialmente las cámaras arroceras.  

La pesca es también una actividad fundamental, con los puertos de Sant Carles de la Ràpita y de l'Ampolla en el mismo Delta, y el de les Cases d'Alcanar, l'Ametlla y Vinaròs. Se obtienen unas 90.000 toneladas anuales de pescado (15% de la producción de Cataluña) y da empleo a cerca de 2000 personas. Tamién existe la cría de ganado (se calculan unos 2000 bueyes, 10.000 cerdos, una cifra inferior de ovejas y un millon y medio de cabezas avícolas).  

La industria se encuentra poco desarrollada y casi siempre presenta una base agraria. La caza y la pesca deportivas constituían uno de los principales aractivos del Delta, pero actualmente se puede hablar ya de un contingente turístico que lo visita atraído no sólo por el interés científico que presentan las peculiares fauna y flora del lugar, sinó también por su especial belleza paisajística y por la tranquilidad de sus largas y extensas playas, con lugares casi desiertos, pobladas por las características dunas y una singular vegetación. 
 
Gastronomía  

La cocina local es rica y variada, y aprovecha los abundantes recursos naturales del Delta (caza, pesca, agricultura). 

En los pueblos litorales, la cocina marinera catalana se enriuece con variedades del plato del arroz y especies propias de la zona: rossejats (arroz mal tostado guisado con caldo de pescado) y langostinos. Los pueblos del interior tienen más tradición en la cocina de pescado basada en las especies de río como las anguilas y las angulas (habían tenido gran renombre los esturiones y las lampreas del Ebro). Abunda 
también el marisco: cornetes, cañadillas, almejas, berberechos, ... 

Los platos de carne son aquellos cocinados a base de aves cinegéticas (especialmente patos), teniendo también cierto renombre las ovejas que pastorean por el Delta. Con todo, son los productos de la fértil agricultura los que constituyen la base de la gastronomía deltaica: alcaxofas a la brasa, arroz con col y frijoles, habas ahogadas són buenos platos en invierno, al igual que la samfaina, las ensaladas, los melones y otras frutas lo son en verano. 

Dentro de los postres, conviene recomendar los cocs, los pastelillos de cabello de ángel o de boniato, las borraines con miel, la leche merengada con canela y azúcar,  etc. 

Repartidos por todo el Delta, en los núcleos de población o cerca del río, existen numerosos restaurantes o chiringuitos donde se sirven estas y otras comidas típicas. 

Información 
  • El centro de información del Parc Natural se encuentra en Deltebre (c/ Doctor Martín Buera 22, tel. 977 48 96 79, CP 43850) y orienta a los visitantes sobre las zonas de mayor interés en función de la estación del año y del tiempo disponible. Presenta una exposición de material gráfico referente al Delta. También se facilita información acerca de servicios privados, y se encarga de organizar visitas guiadas  en grupo. Horario: de lunes a viernes, de 10 a 14h y de 15 a 18h; sábado, de 10 a 13h y de 15.30 a 18h; domingos y festivos de 10 a 13h.
  • El servicio de guardería se encarga del control de las zonas del Parc Natural y denuncia, de acuerdo con las normas establecidas porla administración, las infracciones en materia de protección de especies.
  • El servicio de monitores y acompañantes turísticos organiza diferentes rutas y actividades para ayudar a conocer i interpretar mejor la compleja realidad natural y humana de configura el delta del Ebro.
  • La dirección y los servicios administrativos del Parc Natural se encuentran en Deltebre 43580, Avda. Catalunya, 46
    Tel. 977 482 181.
Comunicaciones 
  • Carretera: Autopista A-7, de Barcelona a Valencia (salidas en Tortosa-l'Aldea y Amposta y l'Ampolla). Carretera N-340 de Barcelona a Valencia, bordea el Delta y passa por  l'Ampolla, Camarles, l'Aldea, Amposta y Sant Carles de la Ràpita. Existen carreteras asfaltadas hacia las poblaciones interiores del Delta. Servicio de autobuses (entre ellos HIFE, Hispano Fuente Ensegures) que une Barcelona, Valencia y Zaragoza con  Tortosa y las demás poblaciones del Delta.
  •  Ferrocarril: línea de Barcelona a Valencia, con estaciones en Tortosa, l'Aldea-Amposta, Camarles y l'Ampolla. 
  • Transbordadores: existen transbordadores públicos para atravesar el río (personas y vehículos) entre Sant Jaume d'Enveja y Deltebre.
  • Barcas de recorrido turístico que realizan tres itinerarios: de Amposta a la desembocadura del Ebro, de Deltebre al mismo punto, y uno más corto que sale casi de la desembocadura.
     
Ayuntamientos 
    -L'Aldea: (977) 45 00 12 
    -L'Ampolla: (977) 46 00 18 
    -Amposta: (977) 70 00 57 
    -Camarles: (977) 47 00 07 
    -Deltebre: (977) 48 93 09 
    -Sant Carles de la Ràpita: (977) 74 01 00 
    -Sant Jaume d'Enveja: (977) 46 80 39 
     
Oficinas de información turística 
  • Sant Carles de la Ràpita: Oficina Municipal de Turismo 
    43540 Pl. Carlos III, 13 
    tel. (977) 74 01 00 
  • Amposta: Oficina Municipal de Información
    43870 Av. Sant Jaume, 1 
    tel. (977) 70 34 53 
  • Deltebre: Oficina Municipal de Información
    43580 c/ Ulldecona, 22 
    tel. (977) 48 96 79 
  • Sant Jaume d'Enveja: Oficina Municipal de Información
    43877 c/ Carles I, s/n 
    tel. (977) 46 80 39 / 47 80 56 
  • Les Cases d'Alcanar: Oficina Municipal de Turismo
    43569 c/ Lepant, s/n 
    tel. (977) 73 76 39 
  • l'Ampolla: Oficina Municipal de Información
    43895 Pl. González Isla, s/n 
    tel. (977) 59 30 11 
  • Tortosa: Oficina Municipal de Turismo
    43500 Pl del Bimil.lenari 
    tel. (977) 51 08 22
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Departament de Medi Ambient 
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Última actualització el 28/05/2002
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