Espacios Naturales Protegidos / Oyambre. El Parque Natural de Oyambre es una de las áreas más valiosas del litoral cantábrico, tanto por su geomorfología, procesos de formación de playas y estuarios, como por la flora, fauna, paisaje, yacimientos arqueológicos, etc. Todo ello convierte esta zona de Cantabria en un excepcional museo y laboratorio viviente para el estudio e investigación de los recursos naturales y la historia de la región. Descripción Oyambre reúne en su variedad un conjunto único y excepcional formado por paisajes de alta montaña, bosques, praderías, núcleos de población, estuarios, acantilados y playas. Sus espacios de marisma son lugares de máxima productividad biológica cuya conservación es imprescindible para el mantenimiento de las cadenas tróficas, que dan vida a gran diversidad de especies, asegurando la riqueza marisquera
Esta zona posee aún uno de los bancos más ricos del litoral cantábrico. Los estuarios de La Rabia y San Vicente son el eje físico en torno al que se articula el Parque Natural de Oyambre con un superficie de unas 5.000 hectáreas. Sus aguas acogen magníficos criaderos de alevines, con una gran importancia para el abastecimiento de cebo para los pescadores del área, en esquila, gusana y cámbaros. También hay una alta productividad en almeja, berberecho, navaja y ostra. Dominando la playa de Oyambre y la entrada del estuario de La Rabia se yergue, una histórica torre medieval de piedra que, hasta bien entrado el siglo XVIII, fue utilizada por los pescadores de la zona para escrutar el horizonte y avistar la llegada de las manadas de ballenas que surcaban las aguas próximas a la costa en sus desplazamientos migratorios. Las embarcaciones de Comillas eran famosas por sus capturas de grandes presas a golpe de arpón. El exceso de presión cinegética acabó con la presencia de la ballena franca en las costas del Cantábrico. ![]() Hasta el siglo XIX, la mayor parte del territorio del área Oyambre-San Vicente estaba ocupado por comunidades campesinas que habitaban en pequeñas aldeas, y cuya dedicación económica productiva era exclusivamente agraria. El espacio urbano estaba representado por la villa medieval de San Vicente de la Barquera, cuya orientación económica era fundamentalmente marinera y mercantil. A partir del siglo pasado y, sobre todo, en el actual, las características económicas y sociales del área cambiaron profundamente, apareciendo nuevas actividades relacionadas con el mar y con la tierra: fundamentalmente el turismo moderno. Este cambio en la organización económica, llevó consigo también la transformación de las formas de utilización de los recursos de la zona. El parque de Oyambre afecta a cinco municipios: Valdáliga, San Vicente de la Barquera, Comillas, Ruiloba y Val de San Vicente. Los amplios arenales del Sable de Merón y la Playa de Oyambre, constituyen uno de los principales atractivos turísticos de la zona en época estival. Sus finas y blancas arenas son el resultado de la mezcla, en perfecta proporción, de granos de cuarzo y diminutos fragmentos de conchas de organismos marinos quebrados por el oleaje. Uno de los objetivos de la protección de esta zona es precisamente evitar la degradación para preservar su atractivo turístico, garantizando las actividades que constituyen el medio de vida de sus habitantes: agricultura, ganadería, pesca, recogida de algas, etc. Estos aprovechamientos tradicionales aseguran y potencian a su vez la oferta turística de un espacio rural de alta calidad ambiental sin degradar, con un efecto multiplicador importante sobre la economía local. Flora y Fauna ![]() Múltiples y variadas son las especies que se concentran en esta zona y que constituyen uno de sus principales atractivos. En los inviernos más crudos arriban incluso cisnes y barnaclas carinegras. También son inquilinos habituales de estos humedales las Garzas reales y los Martinetes. La comunidad vegetal del Parque Natural de Oyambre presenta también un gran variedad en especies, tamaños y colores que cambian con el paso de las estaciones: la siempreviva picante, el rabo de zorro, el rábano de mar, la grama del norte y la aromática clavelina son, entre otras muchas plantas, parte del paisaje de este singular espacio natural. De los extensos bosques autóctonos que cubrían el territorio de Oyambre en el pasado sólo ha subsistido el Monte Corona, que todavía conserva algunas matas de majestuosos y centenarios robles. En época histórica este monte fue propiedad de la Corona española y era explotado para obtener madera con la que abastecer los astilleros reales. La deforestación abusiva y la sustitución de las especies autóctonas por otras de crecimiento rápido como el eucalipto no han conseguido, afortunadamente, borrar algunas muestras de la antigua riqueza boscosa como la de Richurichas o de La Cueva en el entorno de la aldea de Rioturbio. Este sector del Parque aparece clasificado como reserva forestal, con el objetivo de restaurarlo progresivamente en sus primitivas esencias. Legislación De Cantabria LEY de Cantabria 4/1988, de 26 de octubre, por la que se declara Oyambre Parque Natural. (BOC Ed. Esp. Nš 24, de 21-XI-1988). DECRETO 48/1991, de 29 de abril, por el que se regula el Patronato y Director-Conservador del Parque Natural de Oyambre. (BOC Nš 96, de 14-V-1991) Resolución de 11 de mayo de 1998, por la que se aprueba el Plan Especial de Protección de la Zona Periférica Agrícola Ganadera del Parque Natural de Oyambre. (B.O.C. Nš 104, de 26 de mayo de 1998). |