El Parque Natural de Valderejo se ubica en un amplio valle rodeado de paredones calizos. El clima es de transici�n entre el Atl�ntico y el Mediterr�neo, con veranos calurosos y secos e inviernos con abundantes nevadas, lo que proporciona una gran biodiversidad, pudi�ndose encontrar, tanto en vegetaci�n como en fauna, especies t�picas de los dos ambientes.

El Pur�n, que nace al norte de Lahoz, es el principal r�o del Parque.

Los bosques constituyen más del 58% del total de la superficie vegetal, siendo el pinar de pino silvestre el más extendido, seguido del encinar, el hayedo y una peque�a superficie ocupada por el quejigal. Los prados y cultivos ocupan el fondo del valle, estructurados alrededor de los antiguos n�cleos de poblaci�n. La vasta altiplanicie est� ocupada por un mosaico de pasto/matorral, que a menudo deja la roca caliza al descubierto.

La variedad de ecosistemas y la escasa presencia humana en la zona ha propiciado la existencia de una fauna rica y variada: grandes mam�feros como el corzo y el jabal�, una interesante comunidad de medianos carn�voros, una importante colonia de buitre leonado y gran variedad de aves rup�colas y forestales.

El Parque Natural de Valderejo pr�cticamente carec�a de uso recreativo hasta su declaraci�n. No obstante, posee �reas de gran singularidad y valor natural y cultural como el cierre del anticlinal Lahoz/Sobr�n, el desfiladero del r�o Pur�n, sus numerosos bosques, la colonia de buitre leonado, los n�cleos rurales; adem�s de la presencia de importantes contenidos paisaj�sticos, apoyados en la conservaci�n de usos agropecuarios tradicionales y de elementos de patrimonio cultural que componen una interesante combinaci�n de naturaleza y ruralidad.

El equipamiento recreativo e interpretativo se encuentra concentrado en el n�cleo de Lalastra. All�, ligada al Parketxea o Centro de Información, puede encontrarse un �rea recreativa con equipamiento infantil y pic-nic. Es importante asimismo se�alar la existencia en este n�cleo de alg�n restaurante y agroturismo, ideales para tomar fuerzas o reponerlas una vez finalizada nuestra visita al Parque; sobre todo si hemos utilizado su red de sendas, nueve en total, con longitudes entre los 3,5 y los casi 12 kms.